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La riqueza del océano Pacífico es incalculable. Y El Salvador tiene el privilegio de poseer una costa hermosa en dicho océano, que es a la vez hogar de una variedad de vida marina con un valor ecológico, económico y gastronómico incalculable.
Los peces, crustáceos y demás especies que pueblan nuestro mar territorial son la base de muchos de nuestros mejores platos, y entre esas especies queremos destacar hoy a los siempre apetitosos camarones. En Los Guanacos tenemos una gama muy amplia de recetas deliciosas, que son un espectáculo para la vista, el olfato y, claro, el gusto. Los camarones rancheros o a la plancha, con su color rosado lleno de vida, se resaltan con las cremosas salsas y alegres toques de picante, mientras que la explosión de sabores y texturas de los frutos del mar se manifiesta en nuestro famoso “Vuelve a la Vida”, un coctel especial de la casa.
Pero hay mucho más: los camarones a la diabla son sabrosamente picantes, mientras que los camarones con crema deleitan por su suavidad. Los camarones empanizados, por su parte, son sabrosos y de fácil digestión para las personas de cualquier edad, y el coctel de camarones salvadoreño (también lo ofrecemos a la mexicana, además de la espectacular quesadilla de camarones) es un recreo para los sentidos.
Pero los camarones no se quedan allí. La sopa de camarones es una tradición, con su efecto afrodisíaco y vivificante. También tenemos la pechuga y el filete de pescado rellenos con camarones, para complementar los sabores de mar y tierra con la creatividad culinaria que la vida y la experiencia nos regalan. Y claro, los platos en los que los camarones y los demás frutos del mar llegan a su máxima expresión incluyen a nuestra sopa Siete Mares y la siempre bien recibida Mariscada.
El antojo por unos buenos camarones en Houston no implica ir lejos ni gastar mucho dinero. Con venir a Los Guanacos, restaurant, la satisfacción está garantizada.