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En El Salvador muchos lugares se han ingeniado propuestas gastronómicas a modo de recibir a los turistas tanto nacionales como extranjeros, es decir, que la gastronomía Salvadoreña se ha posicionado fuertemente dentro del turismo, lo cual permite el diseño de experiencias más profundas que dejan una huella imborrable en los comensales. La gastronomía encarna la esencia misma de cada país, así como de cada una de sus regiones, donde la calidad, la creatividad y autenticidad de los alimentos son los factores fundamentales de satisfacción para los viajeros. Los turoperadores y guías sugieren probar y experimentar sabores, degustar ingredientes emblemáticos con valores nutricionales y significados culturales, hasta mágicos, con atributos diferenciadores de los destinos.
La comida tradicional de El Salvador, como la de la mayoría de los pueblos de Mesoamérica, está basada en los granos. La gastronomía salvadoreña se elabora principalmente con ingredientes de procedencia local, especialmente el maíz, el fríjol, el arroz, pollo, res, cerdo, mariscos, algunos animales silvestres, lácteos, y muchas frutas y verduras. Contemplan variedad de ingredientes, ya que un plato típico puede contener los siguientes componentes: Verduras o legumbres: fríjoles y arroz, yuca, papa. Las carnes: aves y pescado. Productos lácteos: Queso, cuajada, queso duro y fresco. Frutas y tortillas.
La cocina salvadoreña danza entre olores, sabores y texturas obtenidos por los recursos culturales y naturales del entorno y se expresa tanto en lo festivo como en lo cotidiano. Para lograr la conservación de las comunidades locales, es elemental revalorizar la importancia del desarrollo de los productores propios de las regiones, dando a conocer el activo natural y logrando la aprobación social para, así, fructificar las ventajas patrimoniales de los diversos municipios. A su vez, es importante apostarle a las tradiciones culinarias, rescatando platillos y bebidas consumidos ancestralmente.
La propuesta no implica retroceder al pasado es una búsqueda de la vocación gastronómica inspirada por la historia de sus pueblos. Lo local se convierte en un activo primordial para el país y los destinos que lo conforman, en una era de globalización y de comida despersonalizada. Nada más folclórico que la esencia viva de un país y su gente que su cocina, pues personifica la tradición y su huella en la colorida pintura de las culturas del mundo. Por eso hay que disfrutar de la gastronomía salvadoreña propiamente en El Salvador, y, si desea hacerlo en Houston, venir a donde se respeta y exalta la tradición, se cuida la calidad y se exalta la cultura. Ese lugar es Los Guanacos.